Con la llegada del nuevo año, en todos nuestros hogares, pagaremos más de telefonía, luz y gas, aunque por otro lado ahorraremos a la hora de pagar hipotecas y de recibir herencias (esto último dependiendo de la comunidad autónoma en donde vivamos).
Por quinto año consecutivo, el Gobierno ha congelado para 2018 la parte regulada de la tarifa de la luz –que supone aproximadamente el 60% de la factura eléctrica–, pero ello no va a impedir que el precio suba aproximadamente un 2,5% este año a causa de los incrementos en el mercado mayorista.
Durante el pasado diciembre, los hogares españoles vieron cómo el recibo de la luz se disparaba un 4,6%, lo que hará que 2017 sea recordado por un importante encarecimiento del 10%.
Hoy en día desde nuestro smartphone, con una conexión de Internet, podemos:
- sincronizar la luz de casa con las escenas de nuestra serie de televisión favorita,
- abrir desde nuestro trabajo la puerta a nuestro hijo que se ha dejado las llaves o no queremos que las lleve encima,
- que las bombillas se apaguen cuando entra suficiente luz natural.
Todo esto, facilita que se produzca ahorro de energía y a sólo un click desde cualquier lugar del planeta.
Controlar el ahorro de energía desde nuestro smartphone es posible, y a un sólo clic (Twittea esto)
La televisión, el ordenador, la caldera… consumen electricidad aunque estén apagados. Esto es lo que llamamos consumo fantasma; consumo de los aparatos cuando están en «stand by», listos para ser usados en cualquier momento con un mando a distancia o con pulsar un botón.
Se calcula que entre un 7% y el 11% es consumo fantasma, unos 300kWh al año de media en cada hogar, es decir entre 32 y 58 euros gastados en vano.
Por eso es recomendable desenchufar los aparatos cuando no se usan. Pero comprobar enchufe por enchufe es engorroso. Y aquí vienen al rescate los enchufes programables, que han dado un salto cualitativo gracias a la red wifi e internet.
Los enchufes domóticos, permiten:
- temporizar el encendido-apagado.
- calcular el consumo.
- envíar alertas en caso de gasto excesivo por algún mal funcionamiento.
- encender y apagar desde el smartphone las bombillas y cualquier aparato que esté enchufado.
- También permiten crear escenas, es decir, programar la app en modo despertar para que se enciendan a la vez la luz, el calefactor del baño y la cafetera eléctrica.
En cuanto a los enchufes programables
TP-LINK HS110. Dispositivo wifi con enchufe que usa una app y un servidor en la nube para configurar, monitorizar, programar y controlar todos los dispositivos eléctricos desde cualquier lugar. 49,90 €.
WeMo, de Belkin (unos 60 €), es otro enchufe programable.
SIMON 100 Es más que un enchufe programable. Digitaliza los espacios sin necesidad de un nuevo cableado; enlazada todos los dispositivos (interruptores, enchufes, puertos USB…) que pueden gestionarse desde una app. Se puede operar sobre todos a la vez, por ejemplo para el apagado total de la vivienda y añadir funciones según las necesidades, como controlar el gasto energético.
En cuanto al control de iluminación
IKEA TRÅDFRI Kit con dispositivo inalámbrico y bombillas que no necesitan instalación. Controla la intensidad y calidez de la luz debiéndose sustituir las viejas bombillas por nuevas. La app también permite apagar o encender las bombillas a distancia y programar escenarios. Unos 80 €.
EGLO CONNECT De Leroy Merlin, es un sistema de diferentes paneles led (redondos, cuadrados, rectangulares) con conexión Bluetooth. Su encendido y apagado (de hasta 50 lámparas) se puede programar y también elegir entre miles de tonos y colores de luz o regular la intensidad.
PHILIPS HUE Kit de tres lámparas led y un sistema de control que admite la conexión de hasta 50 lámparas a la vez. Vale unos 150 € y funciona con un controlador conectado al router y a la corriente que permite un dominio absoluto de la luz. También es capaz de interconectarse con servicios de meteorología, como Weather Channel, o acceder al creador de recetas IFTTT para elaborar nuestras propias órdenes para que los dispositivos se comporten de determinada manera.
CASA (para iOS) La app de Apple se apoya en su asistente virtual Siri para controlar luces, cerraduras y otros dispositivos, de modo que no hay que acudir a apps de terceros.
GOOGLE HOME Esta aplicación es sobre todo conocida (y usada) para sincronizar audio y vídeo con el televisor o el móvil. Pero también se conecta con dispositivos inteligentes para ajustar la temperatura o controlar las luces.
Hay que proteger nuestras redes domésticas
Con todos estos dispositivos conectados deberemos tomar una serie de precauciones de cara a proteger nuestras redes domésticas ya que cada vez más son susceptibles de sufrir un ataque:
- Cambiar las contraseñas
Es fundamental cambiar frecuentemente las contraseñas, tanto en el router doméstico como en los dispositivos inteligentes, asegurándose de que las contraseñas sean difíciles de adivinar.
- Actualizar
Muy a menudo, los fabricantes de dispositivos conectados crean parches en el firmware para corregir errores conocidos y, a menudo, dan lugar a una mayor seguridad. Por ello, es importante aplicar las actualizaciones pertinentes cuando así sea notificado por el fabricante del dispositivo.
- Limitar el acceso a la red
- No arriesgar al comprar
Cuando el usuario quiera comprar un nuevo dispositivo IoT (en inglés, Internet of Things) para su hogar, debe asegurarse de que el fabricante cumple con las normas de seguridad apropiadas. En este sentido, si el dispositivo no parece cumplir todos los requerimientos, será mejor no arriesgarse a comprarlo e instalarlo en casa.
Consultar la política de privacidad de los fabricantes
Y, por último, Antes de comprar estos productos, se recomienda consultar la política de privacidad de los fabricantes para saber que hacen con la información recopilada, y si la pueden consultar o vender, ya que los datos deportivos y los relacionados con la salud están muy cotizados.
Por ejemplo, muchas aseguradoras los codician para poder realizar seguros personalizados o rechazar clientes en función de la información que tienen sobre el estado de su salud.
Como siempre, ante todo lo que está conectado a Internet, prudencia, porque lo que está conectado a Internet está conectado a todo el mundo y la conexión es en ambas direcciones.