Cuando una persona navega por la web de tu empresa, las cookies recopilan información que puede ser muy útil sobre su actividad en internet. En el caso de una supercookie, la información es mucho más detallada, pero también más intrusiva desde el punto de vista de la privacidad. Te contamos qué debe hacer tu empresa si quiere implementar supercookies en su página web de manera totalmente legal y segura
Cuando entramos por primera vez en una página web se nos solicita que demos permiso al uso de cookies. Pero, ¿qué son las cookies?. Estos pequeños archivos de texto que se almacenan en nuestro ordenador o móvil se usan para recopilar información sobre nuestra actividad en el sitio web, como las páginas web visitadas, las preferencias de idioma o las compras realizadas. Son útiles también para que la web que visitamos recuerde nuestros datos de acceso o mantenga nuestra sesión abierta.
Supercookies, ¿ventaja empresarial o invasión de la intimidad?
Sin embargo las supercookies son un tipo de cookie más avanzado, sofisticado y complicado de detectar y eliminar. Se usa para recopilar información mucho más detallada sobre nuestros hábitos de navegación, como nuestra actividad en varias páginas web, la ubicación, el historial de navegación y otros datos más personales.
En una sociedad donde la información es poder, implementar una supercookie en la web puede ofrecer mucha más información sobre un cliente potencial. Pero al mismo tiempo, se trata de una herramienta mucho más intrusiva y controvertida, por lo que debe respetar las normas de protección de datos establecidas por la legislación vigente, como el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD).
¿Qué significa “Permitir cookies” en una página web?
En particular, las empresas que utilizan cookies y supercookies deben obtener el consentimiento explícito del usuario antes de recopilar cualquier información personal. Esta petición debe ser clara, específica y muy importante, en el caso de una supercookie debe estar separada de la petición de consentimiento de cualquier otro tipo de cookie más convencional. Al obtener información mucho más detallada y convencional que una cookie normal, las supercookies van a necesitar una notificación más detallada y una ventana emergente específica.
Además, las empresas que utilizan supercookies en sus páginas web deben implementar medidas de seguridad adecuadas para garantizar la protección de los datos personales recopilados. Esto incluye medidas para evitar la divulgación no autorizada de información personal y la adopción de políticas de retención de datos adecuadas para garantizar que la información personal no se mantenga durante más tiempo del necesario.
Es importante destacar que la utilización de supercookies sin el consentimiento explícito del usuario puede tener graves consecuencias legales y económicas.
Las sanciones varían según la jurisdicción, la naturaleza de los datos recopilados y otros aspectos. En Europa la normativa aplicable es el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que por uso de supercookies sin consentimiento del usuario establece multas de hasta el 4% de la facturación anual global o 20 millones de euros (el que sea mayor), además de otras medidas correctivas como dejar de utilizar supercookies.
Supercookies: Sí, pero con seguridad
Como hemos visto, el uso de supercookies es totalmente legal. Pero dada la gravedad de las sanciones si no se se pide consentimiento al usuario, las empresas que desean implementar en su página web tecnologías que permitan recopilar información personal de sus usuarios y hacer un seguimiento detallado de sus comportamientos y hábitos de navegación, lo deben hacer conforme a la normativa aplicable en materia de protección de datos.
En este sentido, una asesoría legal dedicada en exclusiva al tratamiento y protección de datos puede ser el mejor aliado para su empresa.